¡Alégrate!
«Pero alégrense todos los que en ti confían;
Den voces de júbilo para siempre porque tú los defiendes;
En ti se regocijen los que aman tu nombre.»

Salmo 5:11

Lectura: Salmo 5

«Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad;
El malo no habitará junto a ti»
(4).

Siendo que así es mi Dios, hacía habría de ser yo también.

¡Pero qué fácil es complacerme en la maldad!

No digo que me gusta hacer lo malo. Ni que deliberadamente peco.

Pero hay maneras de complacerse en la maldad sin hacerla.

En libros y revistas.

En música.

En chistes y bromas.

En programas de radio y televisión.

En sitios Internet.

Con la gracia de Dios, me negaré a complacerme en la maldad.

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