Así es, Z. Anoche pensé en ti. Ya era bastante noche. Oré por ti, pidiéndole al Señor que…

  • callara al mentiroso que te dice que ya no hay esperanza para ti.
  • volviera tu placer del momento en un vacío — los dulces en tu boca a grava.
  • te hiciera recordar lo feliz que una vez fuiste en Cristo.
  • te diera un tremendo asco por tu pecado.
  • te asegurara de Su amor seguro y perduradero.

Sí, pensé en ti anoche.

Y también en B y C y G y J y J y J y L y V y Y y otros más.

Seguiré pensando y orando por ustedes.

Lávame, y seré más blanco que la nieve (Salmo 51.7)

Lávame, y seré más blanco que la nieve (Salmo 51.7)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.