Primicias
«El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.»

Santiago 1.18

Parece que por todos lados enfrento razones por qué entristecerme y desanimarme.

Mi situación económica la miro muy pésima.

Me preocupo por mis nietos.

Temo que el mundo impacta negativamente a mi matrimonio y a los de mis hijos.

El estado de las iglesias me parece frágil.

Estoy batallando con mi cuerpo.

Aún no soluciono mis problemas y desacuerdos con algunos hermanos en la fe.

Ante tales males (y más), ¿te sorprendes que me sienta triste y de mal ánimo?

Pero confio en Dios. El sigue su obra en mí

«Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia» (Santiago 1.3).

Anhelo poseer esa paciencia. Pero no me gusta el proceso de producción.

Así que, me apoyo en Dios, pues El no me desamparará. Buscaré seguir volviendo mi mirada hacia El. Sólo así saldré adelante con ánimo y victoria.

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