Lo que era, no soy
«Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.»

1 Corintios 6.11

Lectura: 1 Corintios 6

Ofensas, pleitos, contiendas, divisiones — todas estas cosas son naturales y comunes en las relaciones humanas.

Tristemente, aun se encuentran en la iglesia, entre hermanos en Cristo, los que han sido lavados, santificados, y justificados.

Hay veces que se encuentran en mi propio corazón.

Cuando nos enfrentamos con desacuerdos, ¿cómo hemos de reaccionar? ¿Qué requiere Dios de nosotros?

He aquí un aspecto de la respuesta:

«Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?» (7).

¡Qué consejo tan pesado y difícil de poner por obra!

En vez de pelear y defenderme, Dios me dice que es mejor que sufra el agravio y el ser defraudado.

¿Y por qué no?

¿Porque no me gusta tal sufrimiento?

Pues aunque no me guste, eso es lo que Dios quiere obrar y ver en mí.

¿Me rendiré ante El?

¡Sí!

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