¡Auxilio!

«Tuyo soy yo, sálvame,
Porque he buscado tus mandamientos.»

Salmo 119.94

Lectura: Salmo 119.89-96

«A toda perfección he visto fin;
Amplio sobremanera es tu mandamiento»
(Salmo 119.96).

Por decirlo de otra manera, la Palabra de Dios es enteramente perfecta.

El salmista comenta haber visto los límites de toda perfección. Todo lo perfecto que había conocido por fin había llegado al punto de terminarse. Lo perfecto dejaba de ser perfecto.

Así son las cosas en esta tierra.

Luego comenta David (el presunto salmista en esta porción) que el mandamiento de Dios es tal que no le alcanzaba vista ni experiencia para ver su fin. El mandamiento de Dios es sobremaneramente amplio, a tal grado que no deja lugar en sí para imperfección alguna.

Siendo eternamente perfecta, puedo confiar en la Palabra de Dios el cien porciento.

Señor, no dudo de tu Palabra. En ella confío. En ella me apoyo. ¡Gracias!

[La Biblia dice: Si tu ley no hubiese sido mi delicia, Ya en mi aflicción hubiera perecido (Salmo 119.92)]
tomado de Salmo 119.92

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