Mi fortaleza
Mi refugio
Mi misericordia
«Fortaleza mía, a ti cantaré;
Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia.»

Salmo 59.17

Lectura: Salmo 59

Así es. En mí mismo no hay suficiente poder. Soy tremendamente débil.

¿Qué haré contra el enemigo fuerte y tenaz…y cruel?

¿Qué recurso tengo?

«A causa del poder del enemigo esperaré en ti,
Porque Dios es mi defensa»
(9).

Mi debilidad y flaqueza habría de volverme a Dios.

El poder del enemigo debería fortalecer en mí una esperanza en Dios.

¡El Altísimo es mi defensa!

Gracias, Dios mío, por ser mi defensa. Te alabo por ir delante de mí, como declara el versículo diez.

[Has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia (Salmo 59.16)]
tomado de Salmo 59.16

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