¡Sí hay Dios!
«Entonces dirá el hombre:
Ciertamente hay galardón para el justo;
Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.»

Salmo 58.11

Lectura: Salmo 58

¡Cuánto la necesitamos!

Pero como hace falta.

Por todos lados, la injusticia aumenta.

Por ejemplo (si acaso necesitas uno), mi amigo LS en México lastimó su espalda en el trabajo. Dos distintos médicos opinan lo mismo a base de distintos rayos X: disco dañado y hay que operar. ¿Y qué dice el mayordomo? ¡Dice que LS se está aprovechando de la empresa!

Sí, no es difícil encontrar injusticia.

En otros.

Pero, ¿la podré reconocer cuando esté en mí mismo?

«Oh congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia?
¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres?»
(1).

¡No quiero ser injusto, Señor! Ayúdame a juzgar rectamente. Ayúdame a pronunciar justicia. Límpiame de todo lo injusto y que resplandezca de mí tu justicia.

[Cuando disparen sus saetas, sean hechas pedazos (Salmo 58.7)]
tomado de Salmo 58.7

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.